En el Sueño de un Panda.

miércoles, 14 de julio de 2010

Yeah, I'm Come Back Patefoa iloviutupoto y toda la madre en coche!!!!!

Sisi gente, asi como lo dice el titulo, volvi!!... Y lo que pasa es que despues de mi ultima entrada, me descubrieron los del servicio secreto de investigaciones del comando Chivo, que trata de dominar al mundo y enemigo jurado de El Nuevo Reino del Pais del Nunca Jamas, Y de todos los Pandas que habitan ahi (que son el 60% de la poblacion). Pero eso es otra historia, en realidad no me pudieron agarrar y uno que andaba con resaca se tropezo y me tiro la PC a la mierda, asi que la tuve que mandar a arreglar, obviamente espere, o sea no es que tengo plata como para andar comprandome katanas o peliculas pirata.
El asunto es que estuve como 2 meses sin computadora, y lo que eso conlleva. Pero en fin, aca puedo escribir de nuevo en mi vieja y destartalada pero siempre fiel PC, con mi teclado chafa y mi mouse qe tiene la ruedita invertida de la mugre que tiene adentro, como amo mis cosas :D

Bueno sin mas ni mas, el segundo capitulo de mi (en un futuro muy lejano)aclamada novela. Debo agregar que todavia no tiene titulo y no se me ha ocurrido ninguno.

Esto tambien va con dedicatoria:
-A los tecnicos que me arreglaron la PC
-Al que me paso vendiendo peliculas en la Ferreteria, Gracias por venderme Ico, el caballito valiente!!
-A la del Kiosco al lado de la Ferre, que siempre me da moneditas en cambio por que se me terminan siempre.
-A Goku por darnos tantas peleas re fantasmas pero parte importante de la infancia del 80% de los niños
-A Txus Di Fellatio
- Y a Nathie que hoy cumple no se cuantos años, creo que 17. Feliz cumple!

Guarda que empieza!

Capitulo 2: “El niño ninja y la chica de ojos de luna”

Parecía una cruel conspiración del universo en nuestra contra, después de tanto trabajo, una sombra de lo que podría llegar a ser alguien se llevo a Juanito y Naomi. Todo se nos venia abajo, parecía que ahí terminaría todo, pero…
- Ok, hay que ponernos en marcha. Lo más rápido posible. – Dije mientras miraba hacia una extraña piedra cuadrada.
- ¿Pero a donde podemos ir? No tenemos nada para guiarnos- Dijo lamentándose Martín.
- ¿Desde cuando las piedras son cuadradas?
- Es un juego… Es decir, nos encontramos con un montón de zombis ¿Y a vos te sorprende una piedra cuadrada?
- Buen punto. –Dije mientras caminaba, sin rumbo fijo, pero con un extraño presentimiento.

Mientras caminábamos, nos alejamos del bosque. Algo bastante estupido, ya que el secuestrador de Juanito y Naomi se interno en el bosque. El ocaso era evidente, y la hermosa pradera a la que llegamos, con un lago en el centro, nos dio la oportunidad de pasar la noche ahí.
Ya bien de noche, nos dimos cuenta de algo muy curioso.
- Bastante realista el juego. – Dijo Martín entre un largo bostezo.
- No entiendo por que lo decís.
- Mira, allá esta la osa menor, y por allá la cruz del sur – Dijo mientras señalaba el brillante cielo.
- Supongo que eso nos va a servir mañana.
- Mañana no vamos a ver las estrellas. –Dijo Martín sarcásticamente.
- A veces pienso que lo tuyo es grave.
- Mejor nos dormimos, vamos a tener que encontrar una ciudad mañana.- Dijo mi exhausto amigo.

Fue nuestra primera noche en ese lugar, no estábamos seguros de donde estábamos, pero definitivamente no era como nuestras casas. Parecía que en cualquier momento nos podía atacar alguna especie de bicho raro, o un marciano. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, asi que no dormí más que unas horas.
Por otra parte, Martín durmió como si su vida dependiese de ello. Y no lo culpo, era bastante cansador estar en un lugar el cual no sabes que es exactamente. Justo antes de que se asomara el sol, note algo muy extraño: si era un juego, entonces no teníamos por que sentir frío, o dolor, además el día caería como si de magia se tratase. Sin embargo todo era tal cual nuestro mundo. Un largo bostezo mío despertó a Martín, el cual también dio el suyo.
- Buenos días, o lo que sea. – Dijo Martín mientras se refregaba los ojos.- ¿No dormiste nada?
- Si dormí bastante, me levante hace un rato. – Dije, la verdad no se para que le mentía, pero sentí que si le decía que no había pegado un ojo en toda la noche no ayudaría mucho.
- Ok, entonces me lavo la cara y seguimos, estoy como nuevo
- Si, no creo que estemos muy lejos de la---
- ¿Eso es una piedra cuadrada? - Me interrumpió Martín.
- Ok, ese es el disfraz mas ridículo que haya visto. – Dije señalando la extraña piedra.
- Supongo que siendo tan realista este juego, es raro ver una piedra cuadrada. – Dijo Martín
- Ok, me descubrieron, pero no crean que me van a poder agarrar por ser dos. – Dijo una voz aguda como la de un niño proveniente de la piedra.
- No te vamos a hacer nada, pero tenes que decirnos quien sos. – Dije tratando de crear un ambiente de comodidad para el extraño individuo
- Y también decirnos si sos humano, o un zombi, o un hombre lobo. – Agrego Martín.
- ¿¡Hombre lobo!? – Preguntamos a coro el misterioso joven y yo.
- Puede ser cualquier cosa, hasta que no salga de abajo de esa caja no lo vamos a saber con certeza.
- Tiene razón, así que te pido por favor que dejes el boludeo y nos cuentes por que nos seguís. - Dije más en un tono agresivo.
- Ok, pero con una condición. – Respondió.
- ¿Cuál? - Dijo Martín - ¿Qué te llevemos con nosotros?
- En realidad les iba a decir que me den comida, pero eso es una mejor idea.- Respondió.
- Si, señor intelectual, exelenticima idea. – Respondí sarcástica y enojadamente.
- Tal vez conoce alguna ciudad.- Respondió Martín tratando de disculpares. - ¿Conoces alguna?
- Conozco muchas, pero si quieren que vayamos a la mas cercana, queda a mas o menos un día desde acá, hacia el norte, eso si, deben llevar el paso de un ninja.- Respondió
- ¿El paso de un…? ¿Un día? ¿Y tenes que venir con nosotros?- Respondí incrédulo a la información del jovencito.
- Si, así es señores. Ahora que les di la información, pongámonos en marcha.- Respondió
- Si, pero supongo que te vas a sacar esa caja, ¿no? – Agrego Martín.
- Ah si, disculpá Martín, me había olvidado.- Dijo mientras se escabullía debajo de la caja.
- Ok, creí que los ninjas tenían que medir, no se… mas de 1,50 metros. – Dijo burlándome de la baja estatura del niño.
- Bien, entonces caminen solos. - Respondió en un tono ofendido.
- Ok, ya nos diste la información, no me importaría caminar sin vos. - Respondí.
- ¡Touché! – Agrego Martín.
- ¡Hey eso no es justo! Yo cumplí con mi parte.
- Ok, ok, venís con nosotros. Pero que peque más ruidoso. – Dije

Ninguno de los tres dijimos una palabra después de eso. Simplemente caminamos y caminamos, y seguimos caminando. Supongo que nunca hay que subestimar a un peque, y este nos demostró lo importante que puede ser la fuerza de voluntad. Ya era mas del mediodía y no habíamos comido nada, mis piernas no daban mas, y Martín parecía sentir lo mismo que yo, o muy similar, aunque no lo demostrara en su rostro. El peque en cambio, bueno, a el parecía fascinarle caminar, no demostraba ni un rastro de sudor, o cansancio, solo caminaba y caminaba; realmente demostraba ser un tipo duro.
Pero en otro lado, tres personas no la estaban pasando mejor.

- ¡¿Podes quedarte quieto perro pulgoso?!
- ¡Hey! ¡¿A quien le decís perro?!
- A vos perro sarnoso, quedáte quieto de una vez.
- No puedo, me pica la espalda, debo ser alérgico a las gordas huecas.
- ¡¿Qué dijiste?!
- Lo que escuchaste. ¡Gooorda!
- ¡Te voy a matar!- Grito Naomi furiosa, tanto fue su enojo que corto la gruesa soga que lo unía a Juanito. Realmente estaba dispuesta a despellejarlo.
- ¡Hey tranquilos los dos! Ya me estoy hartando de sus discusiones. –Dijo el robusto tipo que los custodiaba.
- ¡Vos también vas a morir! – Naomi realmente estaba enojada, sus ojos se tornaron de un rojo sangre, y eso no se ve todos los días en una señorita que cuida mas su aspecto que su… Bueno ustedes me entienden.
- ¡¿Que es esto?! ¿Por qué siento este miedo? – Dijo el guardia.
- ¡Hay que salir de acá lo más rápido posible, la damita enloqueció! – Grito Juanito totalmente aterrado mientras corría hacia la puerta. Eso es muy raro, ya que son muy pocas las personas que le dan miedo a Juanito, pero esta vez era distinto, realmente sabia que si se quedaba se moría.
- ¡Vas a pagar por decirme gorda! ¡Lo vas a pagar muy caro!
Fue cuestión de segundos para que, con una increíble velocidad, se colocara delante de Juanito, dando la golpiza más grande de su vida. El guardia por otra parte huyo despavorido al ver el terrible poder que tenia Naomi.
Minutos después Naomi tuvo que llevar arrastrando a Juanito, ya que no lo podía dejar tirado, era muy estricta con eso de dejar los animales heridos abandonados y todo eso, además necesitaba compañía para el largo viaje de regreso… De regreso a ningún lugar.
Los cuatro… bueno, tres de nosotros caminábamos sin saber a donde, sin tener la certeza si llegaríamos a nuestro destino, sin saber si mañana íbamos a estar vivos, solo caminábamos, llenos de esperanza y vacíos de paciencia… y del estomago.
Ya caía la noche, no habíamos parado de caminar, tanto el niño ninja, Martín y yo, como Naomi y cuando recobro el conocimiento, Juanito. Aunque le seguimos el paso muy de cerca, el pequeño ninja no mostraba tanto cansancio como nosotros dos. Por otra parte, Naomi y Juanito ya habían parado hace unas horas.
- Ya se va a oscurecer, damita, creo que tenemos que buscar un lugar donde pasar la noche y mañana seguimos buscando una ciudad.
- Es lo mas coherente que has dicho pulgoso… ¡Mis pies no dan mas! – Respondió Naomi mientras se quitaba sus tacos.
- Yo voy a buscar comida, vos hace algo de fuego y busca leña. – Dijo Juanito.
- ¡Todo el trabajo para mí! Como te odio.-
- ¡Que bueno, entonces el sentimiento es mutuo!
- No se deberían pelear así, van a estar mucho tiempo juntos. – Dijo una vos misteriosa de entre unos árboles.
- ¡¿Otro mas?! ¡Que quieren de nosotros!- Grito Naomi furiosa y agotada.
- ¿De ustedes? No, más bien de vos.
- ¿De… de mi? ¿Y por que no se lo llevan a el también?
- ¡Hey! Si no me quieren llevar a mi esta bien, no me voy a ofender. – Agrego Juanito un tanto alegre.
- Es producto de la imaginación de un adolescente ocioso, no lo necesitamos para nuestro propósito, además seria una molestia tenerlos en la misma celda juntos. – Respondió mientras salía de entre los árboles, era un joven, de 1,75 metros de alto, pero no parecía tener muchos músculos, lo único que tenia de misterioso, eran sus dos ojos totalmente blancos.
- ¡Ciego infeliz, no soy imaginación de nadie! Además dijiste que íbamos a pasar mucho tiempo juntos. ¡No te contradigas!- Dijo Juanito totalmente enojado.
- Supuse que creían en el cielo, por que al final, los cuatro van a morir.
- ¡Pero dijiste “para nuestro propósito”! ¡¿Quiénes son ustedes?! - Dijo Naomi ya harta del asunto.
- ¿Quiénes somos? No creo que te interese. No siempre saber las cosas es bueno.
Dicho esto, el misterioso joven soplo un polvo plateado, lo cual dejo inconcientes a Naomi y Juanito. Después de mirar unos minutos a ambos, hizo un chasquido con los dedos y desaparecieron.
Mientras tanto, Martín, el ninja y yo, ya habíamos decidido parar.
- Ok, no quería decirlo, pero estoy muerto de hambre y muy cansado. – Dije al tiempo que me tiraba al suelo.
- Entonces quedamos así, yo busco la leña, Niburu busca la comida y vos Nico preparas la fogata y cocinas cuando volvamos. ¿Ok? – Dijo Martín
- ¿Niburu? Ohh… Ustedes ya se conocían. ¿No?
- ¿Qué? No, ¿Por qué? ¿Qué cosa? No, no… Estas equivocado. – Respondió Martín nervioso, totalmente nervioso.
- Creo que la comida no va a llegar sola… Así que me voy a buscar. – Dijo Niburu muy discretamente y en un pestañeo desapareció entre los árboles.
- No dormiste en toda la noche, y seguramente el apareció y estuvieron intercambiando información. ¿No?
- Siempre me asombro tu poder de deducción. Te pido disculpas.
- Ahora mi pregunta es la siguiente. ¿Por qué me querrías ocultar algo como esto?
- Por el simple hecho de que no sos de confiar mucho en los desconocidos, y solo nos encontramos con un montón de zombis y un encapuchado que secuestro a Naomi y a Juanito, era obvio que no ibas a confiar en el niño este. – Respondió Martín lamentándose.
- Buen punto, pero ¿Acaso un niño nos podría causar muchos problemas?
- Bueno, yo pensé lo mismo, pero ya lo viste, tiene habilidades que nos podrían ser muy útiles, además sabe bastante de este lugar. Estoy empezando a creer que no es un simple juego.
- De ser un simple juego no sentiríamos el cansancio y todas los sentimientos encontrados que sentimos últimamente, para hacer eso nos tendrían que haber conectado algo a las centrales nerviosas, y no fue así, simplemente nos sentamos y… - Quede en silencio por un rato.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? – Pregunto preocupado Martín.
- Eso pasa, no puedo acordarme mas nada, simplemente se que me senté, y un segundo después estaba a punto de comerme una ardilla.
- Ahora que lo decís, yo tampoco me acuerdo como es que estuvimos perdidos tanto tiempo.

Estar perdidos es muy frustrante, pero lo es aun más cuando no sabes como te perdiste. La noche ya se había adueñado de nuestra vista, solo podíamos ver lo que había unos pocos metros mas allá de la fogata, era una noche sin luna y con muchas nubes. La inmensa oscuridad parecía susurrar el peligro que acechaba entre los árboles, pero el hambre no te deja pensar en otra cosa más que en agarrar el pescado más grande antes de que lo haga otro, y en ese momento, Martín, Niburu y yo pensábamos exactamente lo mismo. La saliva partía desde la boca, y llegaba a unos centímetros de la fogata. El mas grande de los pescados media cerca de 30 cm., mientras que el mas pequeño era de solo unos 5 o 6 cm.
Pero claro, todo eso es en vano, ya que con el mínimo ruido todos mirábamos, estábamos realmente en guardia. Una rama crujió, y todos miramos en esa dirección, solo que cuando Niburu y Martín volvieron sus ojos a la comida, el pez mas grande ya había desaparecido.

- ¡¿Pero que carajo paso con el pescado?!- Grito Martín realmente espantado.
- ¿Mmm…? ¿Qwue pwescado? – Dije con la boca llena.
- ¡Matémoslo y cocinémoslo a el también! – Grito Niburu.
- ¡SI! ¡Excelente idea!
- ¡¿Qué?! ¡No! ¡Es un simple pescado, hay 2 mas, no recurramos al canibalismo tan pronto! – Dije mientras me preparaba para correr.
- ¡Que no se escape! – Grito eufórico Niburu.
- ¡Ustedes son unos dementes de mierda! ¡Yo me voy!
- ¡Martín agarralo!
- ¡Martín que ni se te ocurra tocarme!
- ¡Martín hace lo que te digo o te cocino a vos también!
- ¡Martín hace lo que te digo por que si!
- ¡Ay dios, ambos exponen tan buenos argumentos!
- Déjenme solucionar esto por ustedes. – Dijo una voz misteriosa de entre los árboles
- ¡Vos no te metas! – Dije realmente enojado hasta que comprendí que era una cuarta voz, y nosotros éramos tres. – No esperen ¿Quién mierda dijo eso?

Cuando nos volteamos a ver quien era el maldito desgraciado que se metía en nuestros problemas, solo pudimos ver una silueta, pequeña de estatura, pero que a su vez era imponente, y un resplandor blanco, inmediatamente caímos desmayados.
Cuando recobre el conocimiento, estaba atado de pies y manos, y como si eso no fuera malo, a mi lado estaban Niburu y Martín peleando. Parecía que se culpaban mutuamente de estar atados, eche un vistazo alrededor, parecía una especie de casa muy elegante, y eso que la habitación era pequeña, algo así de unos 5 metros de ancho por 7 de largo. Estábamos solos, y las voces de Martín y Niburu hacían eco en la habitación, me extraño que no nos hubiesen vendado los ojos, lo cual me llevo a pensar que nuestros captores querían que los viéramos, eso significaba que de seguro nos iban a matar. Esa idea por un momento me aterro, pero después volví a reformular mi idea, y pensé que seria totalmente ilógico, ya que si quisieran matarnos lo habrían echo en el mismo lugar donde nos agarraron.

- ¿En que estas pensando Nico? – Me pregunto Martín.
- En como voy a hacer para sobrevivir con ustedes dos discutiendo.
- ¡Hey Nico! El tuvo la culpa, ¿verdad que si?- Dijo Niburu
- ¡¿Estas loco?! ¡Vos eras el que te lo querías comer!
- ¡Si pero vos no opusiste resistencia!
- ¡Deja de echarme la culpa o te golpeo!
- ¡Es tu culpa, esto paso por que no sabes cocinar!
- ¡Ok fue suficiente, te voy a matar desgraciado!
- ¡Me tienen cansado! ¡¿Pueden dejar de pelear y cerrar la puta boca de una vez?! Tenemos que averiguar como salir de acá. – Grite totalmente enojado, realmente quería golpearlos.
- Eso pensalo vos, no has hecho nada mas que dormir. – Dijo Niburu
- Si, el enano tiene razón, nosotros estamos despiertos desde hace más de una hora.
- ¡¿Qué?! ¡¿Una hora?! – Eso era mucho, realmente me había perdido de bastante.
- ¿No les parece raro todo esto? – Dijo Niburu – Si realmente nos quisieran matar ya lo habrían hecho, y si quisieran algo de nosotros ya nos lo habrían dicho.
- Si, ya había pensado eso, y es difícil entender que quieren realmente estos tipos. – Agregué
- Además, ¿donde estarán Juanito y Naomi? – Dijo intrigado Martín
- Emm, los secuestraron, no se si te acordas. Una sombra negra y misteriosa. – Dije sarcástico.
- ¡Eso ya lo se! Lo que quiero decir es en que lugar los tendrán.
- Caminamos bastante, dudo mucho que los tengan por acá.
- Si, es cierto, caminamos mucho y sin rumbo, tengo hambre y estoy atado a este perdedor. – Dijo Martín.
- ¡Nico! ¡No te dejes insultar de esa manera!- Respondió Niburu.
- ¡Lo dije por vos enano mequetrefe!
- ¡Hey, lo de enano me molesta! Pero no me digas… ¿Qué fue lo otro?
- Ok, suficiente pelea, de ahora en más vamos a ser un equipo, nos tenemos que ayudar y encontrar la forma de salir de acá juntos. – Dije para traer un poco de calma a las mentes inquietas de mis compañeros.
- Supongo que tenes razón. – Asintió Martín.
- Ok, pero solo por que suena coherente. – Adhirió Niburu.

No muy lejos de ahí, mas o menos a 50 metros, detrás de una pared, dos personas mas, ok una persona y un noseque también planeaban su escape.

- Entonces cuando yo diga ya, salimos. ¿Ok? – Dijo Naomi
- Ok. – Respondió Juanito.
- 1, 2… ¡Ya! – Grito Naomi. Pero obviamente la coordinación no fue de las mejores, ya que Juanito salio para la izquierda y Naomi para la derecha.
- ¡Dije derecha! – Grito como siempre enojada Naomi.
- ¿Derecha? Claramente dijiste Izquierda.
- ¡Dije derecha! ¿Estas insinuando que soy una loca desquiciada?
- ¡Bueno, si el saco te queda!
- ¡Ok perro estupido, date por muerto!
- ¡Ok, Ok, intentémoslo una vez más!
- ¡Respuesta incorrecta! ¡Deberías estar corriendo! – Dijo Naomi a la vez que golpeaba a mi pobre e indefenso amigo. Pero el golpe fue tan fuerte que la soga se corto, dejándolos separados por mas o menos 4 metros, un golpe bastante fuerte, y fuera de lo normal. Quiero decir, si podía sacar la mano para golpearlo por que no desato la soga desde un principio. Creo que nunca voy a entender a las rubias.
- No siento las piernas. – Dijo Juanito en un tono lamentoso y entre sollozos.
- Bien merecido, ahora salgamos de acá y busquemos a los demás.
- Pendeja loca. – Refunfuño Juanito.
- ¿Qué dijiste? – Dijo Naomi mientras volteaba hacia mi peludo amigo con una mirada cortante.
- ¿Ehh? Dije que bueno que vamos. – Dijo entre una risa nerviosa Juanito

No hizo falta mas que cruzar dos o tres puertas, entre varios cuartos llenos de equipos químicos y libros de magia oculta, también se podía observar entre la penumbra y los apenas asomantes rayos de luz que entraban por entre una grieta en el techo, unas fotos de un lugar muy lindo lleno de árboles y flores, a su lado varios recortes de diarios de el mundo real, que anunciaban una explosión inexplicable en el famoso triangulo de las bermudas y la desaparición de un gran coloso del aire, un Airbus. Al cruzar una cuarta puerta, llegaron a un cuarto con muchas armas y en una esquina estábamos analizando la mejor forma para salir.

- Entonces cuando yo diga ya, salimos. ¿Ok? – Dije en un tono de mando.
- ¡Ok! – Dijeron a unísono mis dos compañeros.
- 1, 2… ¡Ya! – Grite. Pero nuestra coordinación fue la misma que la de Juanito y Naomi. Yo corrí hacia la derecha, Martín hacia la izquierda y Niburu solo se quedo sentado.
- ¡Dije derecha! – Grite.
- ¿Derecha? Pero si dijiste izquierda.
- ¿Por qué esto se me hace familiar? – Dijo Juanito.
- ¿Juanito? – Dije entusiasmado. - ¡Juanito!
- ¡Nico! – Respondió Juanito.
- ¡Nico! – Grito Naomi realmente contenta.
- ¡Naomi! – Grite
- ¡Naomi! – Grito Martín.
- ¡Martín! – Gritaron Juanito y Naomi.
- ¡Yo también estoy acá! – Dijo algo descontento Niburu.
- ¿Quién es el? – Pregunto Naomi.
- Si ¿Quién es el? – Agrego Juanito.
- ¿Quién es “el”? – Dije.
- ¿Quién soy? – Dijo Niburu.
- Ok, ¿Acaso hablé en coreano? – Dijo en tono sarcástico Naomi.
- Soy Niburu.
- Es Niburu. – Dije.
- Este dialogo es estupido. – Agrego Martín a la tan entretenida charla. - ¿Por qué mejor no nos desatan así nos vamos rápido?
- Ok, ya mismo los desato. – Dijo Juanito. Acá hay una katana samurai y—
- Creo que mejor se lo dejamos a Naomi. – Propuse con una mirada de lastima hacia ella e interrumpiendo a mi inteligente amigo.
- Créeme. No queres eso. – Respondió Juanito.
- Creo que cualquier cosa es mejor que una katana y vos.
- Ok. – Dijo con cara de dolor Juanito.
- Cierren los ojos. – Dijo Naomi mientras se agachaba.
- Pero ¿Por qué? – Respondió Niburu
- Simplemente háganlo.
- Esta bien. – Dijimos los tres. Juanito se tapo los ojos, pero en dos segundos estábamos libres. – Listo. Dijo con un tono de calma Naomi.
- No los golpeaste. – Se quejo Juanito.
- ¿Para que cerrar los ojos? – Pregunto Martín.
- Cuando me agache se me veía mas allá de la luna.
- Me encanta contemplar el cielo. – Dijo Niburu.
- ¿Qué dijiste? – Murmuro Naomi mientras se sonaba los dedos.
- ¡No dijo nada, no dijo nada, fue solo un comentario sin sentido! – Grito Juanito mientras le tapaba la boca a Niburu.
- ¿Por qué haces esto? – Reclamo Niburu.
- Si valoras tu vida quédate calladito, ¿Te parece?
- O…k. – Respondió Niburu confundido.

Aunque era demasiado rápido para celebrar, estábamos muy contentos, tanto que saltábamos de la alegría. Pero esa alegría duro poco, ya que mientras nos disponíamos a salir, alguien abría la puerta.
El miedo se apodero de todos nosotros, quedamos en el lugar congelados del terror de volver a ser encerrados, o peor. Una mano femenina se asomo por la puerta, luego de cerrarla de espalda nos quedo mirando atónita. Sus ojos eran plateados al igual que su pelo. Tanto que me hizo recordar las noches de luna llena que se podían apreciar en mi ciudad. Su 1,60 mts dejaban perfectamente proporcionadas sus piernas delgadas y lisas con sus brazos, blancos y con dedos alargados y delicados, su cara era algo mas larga de lo común y se veía reflejado en su frente un tanto mas amplia de lo que se ve habitualmente, su figura esbelta y casi divina me dejo impactado.

- ¡AAAHHHH! – Grito la jovencita.
- ¡AAAAAAHHH! – Gritamos nosotros, excepto Juanito, el estaba persiguiéndose la cola y no se dio cuenta de lo que pasaba hasta que escucho los gritos.
- ¿Son… son de verdad? – Pregunto ella.
- Nooo… somos espíritus chocarreros… ¡Buuuu! – Dije tratando de alivianar la situación.
- ¿Quiénes son? ¿Qué hacen acá? – Pregunto la chica con vos temblorosa.
- Señorita creo que no esta en una buena posición para interrogarnos, claramente la superamos en numero. ¿Por qué mejor no nos dice usted? ¿Quién es y donde estamos? – Le dijo Niburu.
- Por caballerosidad, ustedes deben presentarse primero. – Respondió la joven.
- No, por favor, las damas primero. – Retruco Niburu
- El es Niburu, Martín, Naomi, el perro se llama Juanito y yo me llamo Nicolás. – Dije para acortar todo ese vals de buenos modales que tanto me aburre.
- Me llamo Elune, y vivo acá desde que tengo memoria.
- ¿Esta es tu casa? – Pregunte.
- Era de mis padres, cuando ellos murieron hace 5 años, la herede y ahora vivo con Edward y Bel.
- Perdón por lo de tus padres. – Dije como si realmente lo sintiera, aunque lo raro fue que no me movió un pelo su historia. - ¿Dónde están las otras dos personas que viven con vos?
- Bel salio hace unos días, como la casa esta muy alejada de las ciudades, debe recorrer grandes distancias para traer los víveres. Pero Edward debería estar aquí. – Dijo Elune mientras miraba a su alrededor. – Por cierto ¿Qué hacen ustedes aquí?
- ¡Es una muy buena pregunta! ¡¿Qué hacemos acá?! – Grito exaltado Juanito, mientras las miradas penetrantes de los demás se clavaban como puñales en la jovencita.
- ¿A que te referís? – Pregunto extrañada Elune
- No le prestes atención, esta exaltado. Exactamente ¿En donde estamos?
- ¿Eh? ¿No saben donde están? Esto es Noria. ¿De donde vienen?
- ¡¿Noria?! Es un chiste ¿Verdad? – Dijo de nuevo a los gritos Juanito.
- Si, ¿Hay algún problema? Respondan, ¿De donde vienen? – Dijo un poco más exasperada la joven.
- Emmm, estem, venimos de… Hiddintesburgo… Si, venimos de Hiddintesburgo. – Dije con una sonrisa nerviosa mientras miraba al resto, quienes asentían con la cabeza.
- ¿Hiddin…tesburgo? ¿Y eso donde queda?
- Hum, ni el sabe donde. – Dijo en voz baja Martín.
- ¿Qué dijo? – Pregunto extrañada la muchacha.
- Que… que… Que es en el otro continente, muy lejos, si muuy lejos. – Respondí - ¿No Martín? – Agregue mientras lo miraba con una sonrisa y una mirada que expresaba cuanto lo estaba odiando en ese momento.
- Muy bien, pero creo que no me han respondido todavía. ¿Qué hacen acá?
- Y es una interesante historia, la cual la podríamos compartir con una taza de té entre todos. ¿No te parece Elune? – Dijo una voz extraña. Cuando todos volteamos para ver quien era, vimos bajar de las escaleras un joven. Era alto, de 1,90 mts seguramente, algo pálido y flacucho, pero ancho de espalda, su quijada parecía mas ancha de lo normal y recuerdo que pensé que a lo mejor lo acababan de golpear.Su cabello color miel rozaba sus hombros y su caminar era el de una persona que había tenido la etiqueta y la educación de una familia de clase alta… Demasiada alta.
- ¡Edward! Que bueno que estés acá. Comenzaba a preocuparme. – Dijo Elune mientras le estrecho su mano. – Jóvenes, les presento a Edward Van Cullen, el es mi prometido. – Dijo mientras se sonrojaba.
- Mucho gusto. – Dijo el muchacho con una sonrisa amable.
- El gusto es nuestro. – Dijo Martín adelantándose a lo que la mayoría íbamos a decir.
- ¿Qué les parece si esperan en la sala principal?, ahora mismo les preparare té a todos.
- ¿Quieres que te ayude Edward? – Dijo Naomi, sus intenciones eran bastante claras, solo quería seducirlo.
- Seria muy descortés de mi parte dejar que los invitados preparen el té.
- No te preocupes, somos muchos, no me sentiría bien conmigo misma dejando todo el trabajo a una sola persona.
- En ese caso, podrías ayudarme con las tazas. – Dijo amablemente y de nuevo con esa sonrisa tan odiosa.
- Ok, entonces nosotros esperamos en la sala principal. – Dijo Elune.

Después de un té excepcionalmente rico, teniendo en cuenta que no me gusta el té, hablamos del asunto mas importante que nos urgía, saber donde estábamos y como podíamos salir. Así mismo Elune y Edward nos contaron toda su tediosa historia de cómo se conocieron una noche que ella se había perdido camino a su mansión, después de haber echo unas compras.
El enorme reloj ubicado en la pared que daba al frente de la ventana marco las 11 de la noche, y para nosotros el comienzo de una situación incomoda. La noche estaba calma, aunque un poco fría, seguramente se podría dormir al aire libre mirando las brillantes estrellas.
Pero ninguno de nosotros quería exponerse de nuevo, aunque siguiéramos sin saber como fuimos a parar a la casa de Elune. Por mas que le preguntáramos, Edward encontraba una forma de desviar la atención y así olvidarnos de la inconclusa respuesta por parte de la joven.

- Bueno, seria muy descortés de mi parte si los dejara ir a estas horas, después de todo, ustedes tuvieron la amabilidad de escuchar toda mi historia. Supongo que mañana podremos escuchar la suya. Por hoy es todo, pueden dormir en el cuarto de huéspedes, siempre esta listo por si llega algún visitante improvisto.
- Muchas gracias Elune, una piel tan hermosa como la mía no se puede exponer a la hostilidad del exterior, soy una flor muy delicada. – Le dijo Naomi, mientras se acariciaba la piel de sus brazos y sonreía a Edward muy seductoramente.
- Precisamente mi querida damita, usted es una flor de---
- ¡¡¡JUANITO!!! – Gritamos Martín y yo. El único que quedo sin saber que pasó fue Niburu
- Y su perro parlante puede dormir afuera, no me gustaría que ensuciara los muebles.- Agrego Elune.
- ¡De ninguna manera! No pienso dormir afuera, yo también quiero dormir adentro.
- No se supone que las mascotas estén dentro de la casa, por favor retiren ese perro pulgoso de acá.- Dijo Naomi en modo de venganza por el comentario anterior de Juanito.
- ¡¡Yo no soy la mascota de nadie!! ¡Algún día vas a presenciar el terrible poder de Johan Cerberus!
- ¿De quien?- Preguntaron todos extrañados.
- Es una larga historia, Elune, si no te importa, quisiera que el perro duerma con nosotros, te prometo que no va a ocasionar problemas.
- Hmm… Bueno, después de todo son unas personas muy extrañas, no me sorprendería que en su tierra natal las mascotas duerman junto a sus dueños. – Respondió Elune con una sonrisa amble y dulce.
- Emmm… Gracias, creo. Como sea, tuvimos un día muy largo, va a ser mejor que todos descansemos, mañana podemos ver a donde ir.
- Me parece una propuesta diferente y muy entretenida – Dijo Martín en medio de un largo y perezoso bostezo.
- Si, mi hermoso cuerpo necesita de un buen descanso, Elune, ¿Es posible que me pueda duchar?- Pregunto Naomi.
- Claro, déjame que los acompañe a sus respectivas habitaciones y luego te muestro donde esta el baño.
- Muchas gracias. – Respondió Naomi con sus ojos brillando de felicidad, la idea de poder asearnos nos encantaba a todos, pero ella parecía urgirle con más necesidad, casi como un adicto a la mayonesa le urge cuando por fin se termina su plazo de no probar tal aderezo por 3 meses.

Niburu se mostraba algo reservado, y mas callado que lo habitual, por lo general se la pasaba pavoneándose de sus hazañas y de cómo había derrotado el solo a más de una decena de enemigos. Pero ahora solo miraba la escena, casi inerte como un cuadro más en la pared. Recuerdo que por mi cabeza se cruzo la idea de que tal vez algo le preocupaba, pero ese pensamiento fue fugaz, en cambio otro se instauro en mi cabeza. ¿A dónde había ido Edward? De repente se ausento de la sala y así sin más, desapareció.
Subimos por las escaleras, rusticas y algo descascaradas, crujían como quejándose de cada paso que dábamos, luego de atravesar un pasillo con muy poca iluminación y atestado de cuadros surrealistas y con cierta tendencia gótica, llegamos a una habitación.

- Jóvenes, esta será su habitación, espero sea de su---
- ¡Woooohooo! ¡Miren esto! ¡Son re grandes las camas!
- Si, son de su agrado. – Dije con una cordial sonrisa mientras veía como Juanito y Martín saltaban de cama en cama. Era una habitación muy grande y elegante, aunque algo obscura, estaba muy bien amueblada y tanto las cortinas como las sabanas eran de seda tan suave como el pelaje de un panda.
- Me alegra mucho que les hayan gustado, ahora si me disculpan, acompañare a la señorita Naomi a su cuarto y a la ducha.
- ¡¿Se van a bañar las dos juntas?! – Dijo Martín mirando atónito
- ¡¿Puedo ver?! ¿Puedo? ¿Puedo? – Agrego Niburu
- ¡¿Eehh?! No entiendo. – Respondió confundida Elune
- ¡Par de pervertidos! – Grite
- Bueno, ¿Me vas a decir que no queres ver? – Me propuso Niburu con una mirada llena de depravación.
- ¡¡Es mi prima enfermo!!
- Entonces quedate, ¿Cuál es el problema?
- Hay dos problemas, uno se llama Izquierda y el otro Derecha, y debo decir que el más duro es Derecha. - Dijo Naomi mientras los miraba por sobre los hombros de Elune.
- No llego a entender que es lo que pasa, pero los dejos. Naomi, ¿Me acompañas? – Le invito la joven
- Por supuesto. – Respondió ella con una sonrisa.
- ¡Pero anda a lavarte bien el- Una mirada furtiva de Naomi por encima de su hombro hizo que Niburu cambiara drásticamente lo que tenia en mente decir- Pelo! ¡Que te quede bien brillante y libre de caspa! – Dijo con una sonrisa algo bastante simulada.

Nos sentamos todos en la habitación, Juanito y Niburu estaban sentados en una cama, Martín y yo estábamos en otra. Mientras disfrutábamos de la comodidad de nuestros colchones, comenzamos a comentar las primeras impresiones de nuestros anfitriones, y de ciertas cosas que no terminaban de cerrar. El tema se fue tanto por las ramas que terminamos hablando de que la mansión tenía cierto aire a la mansión playboy, y que seguramente tenían sexo muy seguido, ya que por lo visto se la pasaban solos y no tenían televisión.

- Cuando, dolorosamente, logramos soltarnos de nuestras ataduras con Naomi, cruzamos varios cuartos, y en uno había un enorme juego de química profesional, y libros de magia negra. – Comento Juanito con cierto aire de misterio tétrico, que le daba ese aire de campamento infantil.
- A mi me pareció muy raro lo de este tipo, Edward. – Agregue- Simplemente desapareció.
- Capaz que andaba con el caño de escape libre, suele pasar. – Bromeo Martín, a lo que todos estallamos en carcajadas, excepto Niburu que no sabia lo que era un caño de escape.
- Este es el cuarto de baño, por allá esta la ducha, y en los cajones vas a encontrar toallas, toallones y batas de baño, además de algunas sales y demás por si queres usar la tina. – Señalo Elune mientras Naomi recorría el cuarto de baño. Era de una cerámica muy fina, las paredes color beige, hacían notar una impecable estructura, y el mueble donde se ubicaban las toallas y demás parecía de fina madera totalmente tallado a mano con unos grabados de unas sirenas. Naomi se sintió como en el cielo.- Por favor, sentite como en tu casa, sentite libre de usar lo que desees.
- Muchísimas gracias Elune, no sabes lo bien que me hace sentir el saber que por lo menos tengo cerca otra joven que entiende lo difícil que es ser mujer. – Dijo Naomi tomando las manos de la joven, a lo que esta solo respondió con una dulce y amable sonrisa.
- Me retiro a mi habitación, que duermas bien.- Le saludo Elune, a lo que agrego justo antes de cerrar la puerta detrás suyo. – Nos vemos mañana en el comedor para el desayuno.
- Gracias. – Alcanzo a decir Naomi. Después de contemplar un poco mas todo el lujo que la rodeaba, dio un largo y profundo suspiro y procedió a quitarse la ropa para ducharse, aunque en medio del proceso, decidió usar la tina y las sales.
- ¡Hey! ¡Tchshhh! Que deben estar durmiendo en el resto de la casa. – Dije llevándome un dedo a la boca como en seña de que se callen el resto de mis compañeros de cuarto. Hubo un silencio muy serio de alrededor de 2 segundos…
- ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! – Estallamos en carcajadas nuevamente, parecía una escena sacado de algún documental de efectos de la droga, cualquier cosa no provocaba una risa estruendosa, incontenible e inexplicable.
- ¿¡Que es eso!? – Dijo Juanito con la cara totalmente transformada, a lo que respondimos con otros 2 segundos de silencio seguidos de carcajadas.

Mientras nosotros seguíamos en nuestro delirio, Naomi reposaba tranquilamente en la tina, envuelta en una densa espuma, con los ojos cerrados disfrutando de ese gozo único de un baño caliente. Aunque su estado de relax fue interrumpido por el crujir de la puerta.

- ¡¿Qué haces acá?! ¡¿Qué es lo que queres?!

martes, 20 de abril de 2010

¿Es esto lo que realmente queremos?

Hola gente :D parece que siguen leyendo (sisi a vos me refiero Assa y Nathie que por ahora son los unicos que me siguen xD ). Hoy me levante y me dije "Che Panda, que decis si hoy publicamos el 2do capitulo de la historia?" "Si es una buena idea, voy a ir al GYM y despues lo publico"
Bueno nada sale como uno lo quiere, me desperte a las 11 y como estaba solo en mi casa no fui al GYM, asi que me decidi a desayunar (si un poco tarde y?? ¬_¬ ) y prendi el televisor. Mi sorpresa fue muy grande al ver que el ya olvidado por los medios pseudo independientes de este pais, el tema Botnia. Sisi tal cual, la papelera esa que tanta polemica causo, por las acusaciones y las pruebas que habian de que contaminaba. Me dije a mi mismo "Aburriiiiidooooo" y me disponia a cambiar, cuando vi que el titulo cambio a lo siguiente: "Reclamo Argentino de contaminacion visual y sonora por parte de la pastera fue desestimada".O sea, esto lo dijeron altos burocratas desde Holanda si mal no recuerdo, los de la Haya, aunque pueden ser distintos el país y el nombre de la entidad por que no soy bueno para retener cosas por mucho tiempo -.-
Eso quiere decir que ni si quiera se preocupan por realmente ver cual es la problematica, hoy en dia, ya sea para la justicia por delitos hacia los cuidadanos, como atentados contra la naturaleza, todo absolutamente todo se basa en un simple papel. Un papel dice que una papelera no contamina, y no contamina. Eso conlleva a que toda la gente que vive ahi, todas las plantas, todos los animales, todos alucinan cuando sienten olores nauceabundos, ruido ensordecedor, cuando los deshechos industriales pasan flotando por el rio. ¿Es eso lo que realmente nos deja un papel?Y no solo hablando de la contaminacion al planeta. Nono, esto va mas allá de lo que mencioné. Hoy en dia un papel dice que por tener 15 años, o 14 o peor aun 12 años, podes matar, robar, violar, hacer lo que se te cruze por la cabeza! Si queres podes rellenarle la cabeza de ayudin a un abuelito que no te hacen nada. ¿Por que? Por que un papel dice que no sos lo suficientemente grande para responder por tus actos.
Ahora la gran pregunta, ya acercandose el bicentenario de la patria Argentina, ¿Es esto lo que realmente queremos?
Y esta pregunta me la hice hace poco, cuando pase al mediodia caminando con mi vieja por la vereda de las peatonales, justo la que da a la calle Honduras (para quien no sepa, las peatonales son el lugar donde residen la mayor cantidad de delincuentes... Bueno el segundo lugar. Las fuerzas policiales tienen la orden de no entrar ahi a menos que sea con un minimo de 6 acompañantes, Ja, asi y todo salen corriendo despavoridos y apedreados.). Y me pregunte eso por que me di cuenta que hacia mas de un año que no pasaba caminando por ahi. Por que inconcientemente procuro esquivar esos lugares donde los pibitos estan re locos, re drogados y matan por conseguir un faso más. "¿Es esto lo que realmente quiero? ¿Vivir con miedo? ¿No poder caminar tranquilo por donde quiera? ¿Por que yo les tengo que tener miedo?"
Eso fue lo que se me cruzo por la cabeza, mientras miraba de reojo a mi alrededor.
Quiero que me digan si no vive asi todo el mundo, mirando por sobre su hombro, caminando con inseguridad y con miedo.
¿Es esto lo que querian todos los proceres de esta patria? ¿Que el país por el que dieron sus vidas este al borde de la locura? ¿Que a los actuales mandatarios y funcionarios les interesa mas llenarse un poco mas los bolsillos que ver lo que realmente pasa? ¿Que el orgullo le gane a la razon? ¿Es esto lo que realmente querian?
Si realmente te crees Argentino, si crees que tu vos tambien se puede escuchar, si en serio crees que esto tiene que terminar, que un papel no puede decidir por nosotros, si crees que lo que este país necesita es que se sienta la voz y el estruendo de los pies marchando de todos y cada uno de sus habitantes, entonces hace algo. Imprimí 2 o 3 panfletos y pegalos por ahi, cuando alguien te diga "no es mi problema" ponele un chirlo. Cuando preguntes que piensan de la contaminacion que se da en tantas partes del país por empresas extranjeras y te digan "no se, no me importa eso, tengo otras cosas que hacer", tambien ponele un chirlo, este es nuestro planeta, este es nuestro país, este es tu país. Y si los habitantes decimos que una papelera contamina y que no la queremos cerca nuestro, no tiene que estar. Si los cuidadanos decidimos que con 12 años ya es un boludo grande y sabe que robar y matar esta mal, un solo boleo en el culo y al correccional. Que un papel no domine tu vida, que un papel no supere el sentido comun.



Cuando el mar cubra todo de miedo
cuando escupa aniquilación
cuando el bosque se tiña de hielo
se ahorcara de vergüenza hasta el sol.

Cuando muera de pena una broma,
cuando sangren las rocas del mar,
cuando muera de frio una hoguera,
cuando muera de amor la maldad.

Cuando un reto encuentre destino,
cuando la soledad sean dos.
Si el perdón huye de lo divino
si la fe se divorcia de dios.

Cuando el frio te abrigue una pena
y un político deje de ladrar.
Cuando las flores hagan la guerra,
cuando amar no sea propiedad.

¡¡La Ira de Gaia Vendrá!!

PD:Hoy no pongo nada el 2do capitulo ò.ó
PD2: Mañana capaz, no lo se. ^^

martes, 13 de abril de 2010

"Titulo Pendiente."

Buenas, eso que se lee es el titulo de lo que estoy escribiendo. ¿Que que estoy escribiendo? Bueno, todavia no lo se, pero va tomando forma a medida que avanzo. Es como cuando teniamos dos pedacitos de plastilina cuando eramos chicos, podiamos hacer de todo. Basicamente lo que quiero decir con esa analogia media chafa es que no todo tiene que estar estructurado, siempre es bueno dejar volar la imaginacion. Obviamente yo lo hago muy seguido y a veces hasta se me ha pasado el colectivo por imaginar a alguien resbalar y caer frente a un auto. Pero eso es otra historia, por ahora les dejo el primer capitulo y espero que les guste. Si no les gusta no lo comenten asi tengo solo comentarios positivos y me ayuda a mi autoestima ;D . Saludos y que anden bien. Panda.


Capitulo 1: “Buscando esperanza en el fondo del paquete”.

-¡Tengo hambre! – Gritaba yo mientras babeaba al mirar una ardilla.

-No te preocupes, el viento cambio y pude sentir olor de ciudad- Me consolaba mi gran amigo Martín, experto en supervivencia.

Y es que ya hacia una semana desde que estábamos en un lugar al que nadie podría haber llegado antes.

Una semana desde que mientras probábamos un simulador virtual, quedamos atrapados en el juego, gracias a un virus lanzado por un ciber-terrorista. Nuestro cuerpo; inerte en la butaca del juego no ha cambiado en nada. Y claro nuestras familias están preocupadas.

En los diarios se habla de mas chicos que están en la misma situación; “Serian alrededor de 10 los chicos en estado catatonico tras haber probado el simulador virtual”.

Muchos le buscan explicación científica, otros lo atribuyen a un acto del mismo diablo. Lo cierto es que nadie sabía la respuesta.

-¿Escuchaste eso?- Le pregunte a Martín en forma de susurro.

-No ¿Qué cosa?

-¡Viene de ese arbusto!- Dije y me arroje sobre el.

-¡Nico! Puede ser un animal salvaje, una serpiente o algo.

-No, es algo mucho mejor.- Respondí emocionado.

-¿Qué es?- Pregunto confundido Martín

-¡Es Juanito Arcoiris!- Le respondí mientras salía de los arbustos con mi gran amigo.

Era increíble, pero Juanito Arcoiris nos había encontrado. Estaba muy contento, nos iba a ser de gran ayuda.

-¿Qué? ¿Ese es el famoso Juanito Arcoiris?- Pregunto asombrado Martín.

-Si, ¿Por?

-¡Nico, es un perro!

-Claro que soy un perro, estoy seguro que si me hubiese transformado en humano estaría igual de sucio y hambriento que ustedes.- Respondió Juanito.

-¡Ese perro habla!- Grito sorprendido Martín.

-¡Oh, parece que tenemos un maldito genio entre nosotros!- Respondió enfadado Juanito.

-¡Cálmense, tenemos que estar juntos si queremos salir de acá!

-¿Se supone que tenemos que seguir camino con “eso”?-Pregunto Martín.

-Ok, ¿Qué es lo que queres? ¿Queres que te muerda?

-¡Que gran viaje!- Dije sarcásticamente

Era evidente que Martín nunca me creyó cuando le dije que encontré un perro llamado Juanito Arcoiris. Para los que no saben, hace más o menos un año, Juanito nos siguió a mí y a mi mama, desde una verdulería, le pregunte como se llamaba y me dijo que se llamaba Juanito Arcoiris. Actualmente vive en el País del Nunca Jamás, donde lidera un grupo de pandas que protegen secretamente el mundo del ataca de los chivos kamikaze.

Aunque para muchos esta historia les puede parecer una total mentira, en realidad pasa; y la ignorancia de la gente les cuesta cada ves más a los pandas.

-Juanito, ¿Podes trasformarte en mas cosas?- Le pregunte al astuto individuo.

-No, aunque tenga un paso libre desde tu sub-conciente, el sistema virtual me limita a convertirme en un perro y un ser humano.

-Carajo, estamos en el horno… Bueno transfórmate en una persona entonces.

-Pero… ¿Por qué?- Respondió extrañado.

-Por que si nos encontramos con más gente, les va a parecer muy raro un perro que habla.- Respondí.

-Buen punto.-Respondió Juanito y comenzó su metamorfosis.

-Sinceramente todo esto es muy raro, pero bueno, estamos en un simulador virtual, así que todo puede pasar.- Agrego Martín, que todavía no salía de su asombro.

-Si, realmente todo puede pasar, asi que mejor sigamos con cuidado.- Le respondió Juanito.

Emprender un viaje nunca es fácil, pero ahora no nos costo trabajo, no teníamos nada que empacar, no teníamos nada que revisar… Simplemente caminamos hacia el este.

Tras una hora de caminar Juanito nos comento algo muy inquietante:

-¿Les comente que tengo síndrome de abstinencia?

-No sabia que te drogabas.-Le respondí.

-No es por drogas, les voy a explicar: Si no como papas fritas por mas de 3 días, me trasformo en un asqueroso Hippie. Por el contrario si las como me transformo en un abogado. Asi que tengo que tomar unas pastillas para mantenerme “normal”

-Ok, ¿Tenes las pastillas?- Pregunte.

-Emm, no.

-¡Chan!, ¿Y hace cuanto que no comes papas fritas?

-Desde hace un día mas o menos.

-Bueno, no nos preocupemos de mas, solo encontremos una ciudad.- Respondí nerviosamente.

-Odio los hippies.- Dijo Martín

-No conozco alguien a quien le agraden los hippies.- Respondió Juanito.

Caminamos y caminamos, hasta que oscureció, como a Juanito le da miedo la oscuridad, decidimos dormir junto a una pobre fogata que logramos encender. Al día siguiente continuamos caminando. Nuestra tranquilidad fue interrumpida muy rápidamente cuando nos topamos con algo que no esperábamos encontrarnos. Al parecer alguien tuvo la genial idea de meterse al bosque con tacones, esa tremenda estupidez solo podía provenir de una sola persona.

-¿Naomi? – Pregunte en voz alta.

-¡Nico! ¡Martin! Que bueno que los encuentro- Respondió con lágrimas en los ojos.

-Es una pregunta estupida, pero… ¿Por qué andas en un bosque con tacos? ¿Venís de una orgía?- Pregunte sarcásticamente.

-No, vengo de vender cerebros… Que lastima, te podría haber vendido uno, pero se me terminaron.

-No lo necesito, soy muy inteligente.

-¿Oh si? ¿Y por eso repetiste 3 veces?- Exclamo victoriosa, sabia que ese era mi punto débil.

- Dije que soy inteligente, no perfecto. Maldita perra.

-Ok, cálmense… Naomi, ¿viste alguna ciudad?- Pregunto Martín.

-Cla…Quiero decir, no. Pero si quieren les ayudo a buscar una.

-Muy bien, esta decidido, la damita nos va a ayudar a encontrar una ciudad y muchas papas fritas.- Exclamo Juanito-

-¡Ahhh! Es un perro que habla…- Grito asustada Naomi.

-Es una larga historia, y me gustaría saber por que sos devuelta un perro juanito.

-Si, rumbo a la ciudad.- Dijo Juanito ignorándome. -Por cierto damita, ¿de donde sacaste esa ropa tan elegante?-Pregunto.

-¿Eh? Estem… Si, es un gran misterio ¿no?

Fueron unas larguisimas y cansadoras dos horas hasta que encontramos una ciudad, de lejos se veía como Centenario el día del aniversario. Pero ya saben lo que dicen: “las primeras apariencias siempre son las que engañan.”

-¡Si! Raccon City.- Grito entusiasmada Naomi.

- ¿Raccon City? ¿Pero como sabes el nombre?- Pregunto Martín mientras todos esperábamos una respuesta.

-¿Eh? Es que… Esta acá en el mapa.- Respondió Naomi.

- ¿¡Maldita perra tenias un mapa!?- Grite Furioso.

-Muchachos, créanme que odio interrumpir sus peleas, pero parece que no estamos solos.- Exclamo Juanito con cara de muy preocupado.

-Es cierto, se siente olor a rancio… Muy repugnante. –Agrego Martín.

-Un momento, ¿Dijiste Raccon City?- Pregunte asustado.

-Si Raccon City… ¿Hay algo de malo en eso?

-¡Claro que lo hay! Es la ciudad donde se libero el Virus-T en el juego Resident Evil.- Respondí totalmente paralizado.

- Y… ¿Eso es malo?- Pregunto Martín

- ¿Nunca jugaron ese juego? Dios, ¿Dónde viven? ¿En una cueva?- Respondió Juanito

- ¡Maldición solo digan que hace el famoso Virus-T! – Grito un tanto asustada Naomi.

- El Virus-T convirtió a todos en Raccon City en Zombis.- Dije con la vos entre cortada.

-Y ahora… Estamos rodeados de ellos.- Dijo Juanito muy asustado.

Una multitud de zombis brotaron de entre los árboles, grandes, pequeños, de todo y para todo. Lo peor es que no tenían cara de amigables. De entre la multitud dos zombis se distinguían, uno enorme junto a uno flaco y pequeño que estaba sobre su hombro, no dejaban de mirarnos, hasta que el par se acerco.

- ¡Corran! ¡Sálvense! –Grito Juanito.

- No, esperen, no les vamos a hacer daño. –Exclamo el zombi grande.

- Solo necesitamos ayuda.- Agrego el pequeño.

-¡¡Eso es mentira, nos quieren devorar!! – Grito señalándolos Juanito

- Juanito, calmado. ¿Qué es lo que podemos hacer?- Les pregunte.

- ¡Nico! ¿Acaso vas a ayudar a un montón de cadáveres parlantes?

- Si hubiesen querido, nos habrían devorado hace un buen rato, son buenos.- Respondí con una sonrisa.

- Muchas gracias, no se preocupen que no les vamos a hacer daño.

- Necesitamos el antivirus, la clave para que volvamos a ser normales.-Agrego el pequeño.

- ¿Por que? ¿Así no están bien? – Dijo Juanito.

- Y supongo que el antivirus esta en el centro de la ciudad ¿No es así?- Dijo Martín mirando de reojo la devastación que se apreciaba desde donde estábamos.

- Si, ¿Cómo es que lo sabias?- Respondió el zombi grande

- Los juegos de hoy en día son tan predecibles.- Respondió.

- Ok, vamos, sacamos el antivirus, alguna que otra ropa de las tiendas y venimos. –Agrego Naomi.

- Ojala fuera tan fácil, de ser así ya lo habríamos hecho nosotros.- Respondió el pequeño zombi.

- Tiene demasiada vigilancia.- Dije.

- Y corren peligro de quedar como nosotros.

- ¡Ahhh! ¡Que horror! ¡Nico yo no voy!- Grito Naomi.

- ¿Por que? No te vendría mal una sesión de belleza. – Dijo riéndose Martín.

- Concuerdo con la damita, yo tampoco quiero ir.- Agrego Juanito.

- ¿Y vos por que no queres ir? – Pregunte

- Bueno, es que nunca me gustaron mucho los zombis y esas cosas.- Dijo avergonzado- Además alguien se tiene que quedar a cuidar el equipaje.

- Juanito, no tenemos equipaje.- Respondí – Excepto por Naomi, siempre tiene equipaje.

- ¡Gracias!... Espera, ¿Eso fue un insulto?-

- Ok, pongámonos en marcha, hay que encontrar la forma de salir de acá, estoy seguro que ellos nos pueden dar algún dato de cómo salir.

Después de un buen rato discutiendo quien se quedaba, acordamos en Juanito y Naomi, básicamente por que eran los únicos que no querían ir. Al entrar a la ciudad nos dimos cuenta por que los zombis vivían en el bosque, estaba todo destrozado, parecía que había pasado el huracán Katrina.

Parecía todo tan calmo, el viento soplaba una brisa que parecía susurrarnos el peligro que existía en esa ciudad, la oscuridad de las calles y los callejones era tan tétrica, en especial por que era de día, y sin embargo estaba todo totalmente oscuro. Para cuando nos dimos cuenta ya estábamos en el medio de la ciudad.

- Como pasa el tiempo cuando uno se divierte ¿No? – Dije irónicamente.

- Si supiéramos donde estamos seria más sencillo- Agrego Martín- Además tampoco sabemos que buscamos.

- Sencillo, en los laboratorios de Umbrella Co.

- Aja, realmente te conoces ese juego de memoria ¿No?

- Es una de mis tantas virtudes- Dije sonriente- Ahora tiene que haber algo que nos indique hacia donde queda ese laboratorio.

- No conozco este juego, pero tal vez ese cartel que dice “Laboratorio” signifique algo.

- ¿No te cansas de ser tan sarcástico?- Respondí- Entremos ahí debe estar la cura.

El lugar era realmente tétrico, oscuro y parecía que una docena de bebes con diarrea habían pasado por allí antes. Al llegar a una sala enorme vimos como un solo foco sobre un estuche daba claras señales de que allí se encontraba la cura al problema de nuestros cadavéricos amigos. Parecía todo tan fácil, pero en este juego, tal y como en la vida real, nada es fácil.

- ¡Malditos mequetrefes, pagaran caro su osadía!- Dijo una voz gruesa y de ultratumba.

- ¡¿Qué carajo fue eso Nico?!- Pregunto aterrado Martín.

- ¡¿Cómo mierda se supone que lo sepa?!- Respondí aun mas asustado- ¡Lo único que se es que no es amigable!

- Están frente al grandioso Némesis, el jefe de este nivel, su primer y ultimo gran enemigo.

De entre las sombras y frente a nosotros apareció la abominación, con unos 2 metros y medio, debía estar pesando unos 150 kilos. Era la clase de sujeto al cual hacerlo enojar no seria un gran error, seria el último. No sabíamos como podríamos ganarle a algo como eso, era prácticamente imposible, pero como dicen, de la desesperación salen las ideas, y la mía fue perfecta para la ocasión.

- Y se supone que tenemos que ganarte ¿No?- Le dije al monstruo con vos desafiante.

- Se supone que los tengo que matar- Respondió- Y es lo que voy a hacer.

- ¡¿Qué carajo haces?! Si le pedíamos disculpas capaz nos dejaba ir.- Grito furioso Martín- Ahora nos va a aplastar.

- ¿Y acaso con matarnos vas a ser mejor persona?- Respondí

- Bueno, no lo se. ¿Ustedes que creen?- Respondió mas calmo la bestia.

Martín me miro con una cara de alegría que significaba más que “buenísima idea Nico”, realmente parecía que me quería idolatrar.

- A decir verdad, no se.-Dijo Martín- ¿Vos que pensas Nico?

- Si matas a todo el que se te acerque nunca vas a tener amigos, decime ¿Cuántos amigos tenes?

- Bueno, tenia un caniche, pero ladraba mucho y… Bueno ustedes me entienden- Respondió

- Si es cierto, esos perros son muy escandalosos. Y… ¿Ningún amigo más tuviste?

- No, nunca nadie se me acerca, todos se alejan y gritan.- Dijo entre sollozos.

- Ese es tu problema, pero yo tengo la solución. –Respondí

- ¿En serio? ¿Cuál? Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa.

En cosa de media hora ya estábamos fuera del bosque junto con Juanito, Naomi y el resto de los zombis.

- ¡Es Martin!- Grito Naomi

- ¡Es Nico!- Agrego Juanito

- ¡Es Némesis! ¡Corran!- Gritaron los zombis.

Después de 10 minutos de tratar de convencer a los zombis de que Némesis no les iba a hacer daño, pudimos proponer la solución.

- Ok, Némesis esta dispuesto a darles toda la ayuda posible, incluyendo la cura.- Dije

- A cambio no lo van a juzgar mal o a salir gritando y corriendo cuando lo vean.- Agrego Martín

- Esta bien, estamos de acuerdo.- Dijo el zombi grande.

- ¿Ahora nos pueden decir como salir de acá?- Dijo con una gran sonrisa Naomi.

- Bueno… Es que no lo sabemos.- Respondió el zombi pequeño.

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no lo saben?!- Grito totalmente encabronada Naomi.

- Solo hay dos formas, pero son muy difícil.- Dijo Némesis.

- ¿Cuál es?- Pregunte- Supongo que como uno de los jefes de este simulador sabrás como salir.

- La primera, bueno, terminando el juego, pero eso les tomaría meses o incluso años.

- Y no disponemos de tal tiempo.-Agrego Martín.

- La otra forma, la cual creo es la más difícil, es encontrar el hueco.

- ¿El hueco?- Pregunte

- Verán, cuando se crea un juego, o un simulador, es creado por humanos, y siempre les queda algo mal, el “hueco” es ese punto, si llegan ahí podrán salir.

- Buenísimo, ¿En donde esta?- Pregunto Juanito

- Como puedo deducir ya tienen el mapa, si se fijan bien, justo en el medio hay un punto negro.

- Es ahí, sin embargo estamos demasiado lejos.- Dije

- No solo eso, si no saben manipular bien el juego nunca van a llegar.

- ¿Manipular el juego?-

- De eso se trata, cada uno tiene una afinidad con algo, desde una espada o los puños hasta armas de fuego o mecánica. A medida que avancen van a ir descubriendo cual es su talento, si los saben usar con sabiduría puede que lleguen a su destino.

- Uh copadísimo, yo quiero ser el mecánico- Dijo Juanito.

- Si no te callas te voy a dejar debajo de un camión- Le respondió Naomi

- No es mucho, pero los zombis juntamos algunas cosas para su viaje.- Dijo el zombi pequeño

- ¿Qué? ¿Nos están echando?- Dijo Juanito

- Muchas gracias, nos van a servir mucho.- Respondí

- Hey Juanito, nos dieron papas fritas.- Dijo Martín

- ¡¿P..p…Papas Fritas?!-Dijo con lagrimas en los ojos Juanito

- Y son de las---

- Dame eso, ahora el mundo vuelve a tener sentido-Respondió Juanito mientras devoraba los snack.

- Bueno, supongo que nos tenemos que ir, muchas gracias por todo.- Dije despidiéndome.

- Chau, cuídense.- Dijeron los demás.

- ¿Se van tan rápido? Espero que no les moleste si dos de ustedes me acompañan.- Dijo una vos misteriosa

Y de la nada una sombra apareció, llevándose consigo a Juanito y Naomi. Solo podíamos ver atónitos como la misteriosa sombra se los llevaba a lo más profundo del bosque.

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